Ruta del Modernismo en el Vallès Occidental
Ruta del Modernismo en el Vallès Occidental
Arte y arquitectura en un recorrido histórico. Sumérgete en la belleza del Modernismo en el Vallès Occidental con la Ruta del Modernismo
Muy cerca de Barcelona, la ciudad más representativa del modernismo, se encuentra un universo arquitectónico modernista por descubrir. Palacios urbanos y casas de veraneo, iglesias y hospitales, almacenes y jardines, fábricas y bodegas. Algunas llevan la firma de los grandes arquitectos del movimiento en Cataluña, como Antoni Gaudí, Lluís Domènech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch, entre otros. La provincia de Barcelona ofrece la posibilidad de realizar nueve rutas guiadas por espacios modernistas. En este artículo nos centraremos en las joyas modernistas que se encuentran más cercanas a nuestro Hotel Sant Pere II, en el Vallès Occidental.
Aunque a primera vista muchos turistas o despistados puedan pensar lo contrario, quedándose solo con Gaudí y la Sagrada Familia, el Modernismo del Vallès es uno de los más destacados de la región. Además, la mayoría de los edificios que encontramos son auténticos tesoros de arquitectura perfectamente conservados.
Farmacia Parrilla
Empezamos la ruta del Modernismo en el Vallès Occidental en casa, en Rubí. Esta farmacia es la primera de la ciudad y se encuentra en la calle Xercavins. Inaugurada hacia 1880, la fachada data de los años 1920. Además, hacia 1909, el edificio se reformó, ampliando el portal, que antes era más pequeño y tenía una portada de madera.
Actualmente, exhibe elementos decorativos característicos del modernismo. Con tres plantas, destaca el establecimiento de la farmacia, anunciada en una gran pintura con una tipografía modernista junto al edificio. El exterior de la farmacia es notable por su alicatado de cerámica vidriada de color amarillo, con una cenefa decorativa del mismo material a la altura del dintel de la puerta, un detalle que llama la atención. El acceso a la tienda se realiza a través de una puerta adintelada, flanqueada por dos pilastras y una columna central, todas ellas en mármol blanco con vetas grises. El interior conserva la carpintería del despacho, pintada de blanco.
Escuelas Ribas
La siguiente parada en Rubí son las Escuelas Ribas, en la calle Lluís Ribas. Aunque mezcla elementos del modernismo y del novecentismo, es un conjunto arquitectónico de bastante magnitud, cuya concepción está inspirada en las escuelas inglesas de la época. Se trata de una obra filantrópica de los hermanos Ribas, quienes eran fabricantes de terciopelo y propietarios de una fábrica en la ciudad y no muy populares entre los obreros. Sin embargo, el último de los hermanos, Lluís, falleció en 1908, dejando un legado para la construcción de la escuela, con la condición de que fuera gratuita para todos los hijos de los trabajadores. Se inauguró en 1916.
El conjunto se compone de diversas naves, dos centrales y dos laterales, dispuestas simétricamente en torno a un amplio patio central que funciona como eje principal. Las salas laterales, destinadas a niños y niñas respectivamente, mantienen una sola planta con grandes ventanales y cubiertas a dos aguas de teja vidriada bicolor.
La estética del edificio se caracteriza por una rigurosa composición con elementos de gusto clásico, tales como relieves florales, florones, frontones y tímpanos esculpidos, coexistiendo con elementos más innovadores, como el hierro forjado presente en las rejas del jardín, barandillas y cubiertas, así como la cerámica de azulejos verdes y botones cerámicos. También destacan las vidrieras de colores, que constituyen un conjunto decorativo de gran importancia para la ciudad de Rubí.
Terrassa
Terrassa, a pocos minutos de Rubí, alberga varios edificios icónicos que representan esta corriente artística única. Uno de ellos es la Masia Freixa, un edificio que originalmente funcionaba como una fábrica, pero que fue transformado en una residencia familiar por el arquitecto Lluís Muncunill bajo la dirección de Josep Freixa. En 2017, se llevó a cabo una rehabilitación de la cubierta, devolviendo al edificio su aspecto original del siglo XIX.
Otra joya del modernismo en Terrassa es la Casa Alegre de Sagrera, construida a principios del siglo XIX. Sin embargo, fue en 1911 cuando se realizó una importante reforma que la convirtió en un modelo de vivienda burguesa industrial en el estilo modernista de la época. Desde 1973, la casa alberga una sección del Museo de Terrassa, desempeñando una función museística y mostrando la riqueza del patrimonio arquitectónico de la ciudad.
El Mercado de la Independència, inaugurado en 1908, es otro edificio destacado del modernismo en Terrassa. Diseñado por los arquitectos municipales Antoni Pascual y Melcior Vinyals, se caracteriza por su innovadora estructura de hierro, la más grande de la ciudad en ese momento. El hierro no solo cumplía una función estructural, sino que también se utilizaba como elemento decorativo, agregando un toque distintivo al mercado.
El Vapor Aymerich, Amat i Jover, una fábrica modernista proyectada por el arquitecto Lluís Muncunill en 1906, es otro testimonio destacado de la arquitectura industrial modernista en Cataluña. Hoy en día, el edificio alberga la sede central del Museu Nacional de la Ciència i la Tècnica de Catalunya (MNACTEC).
Sabadell
Durante la Revolución Industrial de Cataluña, Sabadell, también a pocos minutos de Rubí, se erigió como una de las principales ciudades industriales. Especializada en la producción textil, especialmente de tejidos de lana, se ganó el reconocimiento a nivel estatal como “la Manchester catalana". El auge económico de la ciudad a finales del siglo XIX y principios del XX sentó las bases para la llegada del modernismo, una corriente artística que dejó una profunda huella en Sabadell.
La burguesía local, ávida de dotar a la ciudad con un esplendor acorde a su creciente prosperidad, encargó la construcción de edificios modernistas a destacados arquitectos de la época. Entre ellos se encuentran nombres como Juli Batllevell, Eduard Mª Balcells, Josep Renom y Jeroni Martorell, cuyas obras se alzan como testigos imperecederos del legado modernista en Sabadell.
Un ejemplo de ello es la Escola Enric Casassas, situada en la calle de Llobet. Construida por Juli Batllevell e inaugurada en 1897. Su fachada, realizada en obra vista, exhibe un meticuloso trabajo que evoca la grandiosidad del Castillo de los Tres Dragones de Domènech i Montaner o el Arco del Triunfo de Vilaseca. La pared se adorna de manera singular con la disposición de los ladrillos, que se alternan en posiciones verticales o emergen ligeramente de la superficie. En el chaflán de la construcción destaca un impresionante mural cerámico con el escudo de Sabadell, una obra magistral hecha por el ceramista Marià Burguès.
Por último, la Torre del Agua, una imponente estructura depósito de forma octogonal y con una altura de 50 metros, es el icono modernista de Sabadell. Fue construida en 1922 para abastecer de agua a la ciudad y su función principal era elevar el agua extraída de los pozos del río Ripoll y distribuirla por toda la ciudad mediante el sistema de gravedad. Esta magnífica torre fue una de las primeras en utilizar hormigón armado en Sabadell. Aunque dejó de funcionar en 1967, sigue siendo una estructura icónica que destaca en el horizonte de la ciudad. Desde lo alto de la torre, se puede disfrutar de una vista panorámica única de Sabadell y del entorno del río Ripoll, brindando una perspectiva especial de su paisaje.
¡Ven a hacer una ruta del Modernismo en el Vallès Occidental!
Estos son solo algunos de los lugares destacados para disfrutar del modernismo en el Vallès Occidental. Sin embargo, existen otros muchos edificios y municipios que podrías visitar. ¿Y qué mejor punto de partida que nuestro Hotel Sant Pere II? Nuestra bonita ciudad incluye magníficos ejemplos de este movimiento artístico y, además, está bien conectada con otras localidades clave del modernismo en el Vallès Occidental. ¡Reserva ya y ven a disfrutar de un viaje en el tiempo y descubre la grandeza del modernismo en el Vallès Occidental!
Aunque a primera vista muchos turistas o despistados puedan pensar lo contrario, quedándose solo con Gaudí y la Sagrada Familia, el Modernismo del Vallès es uno de los más destacados de la región. Además, la mayoría de los edificios que encontramos son auténticos tesoros de arquitectura perfectamente conservados.
Farmacia Parrilla
Empezamos la ruta del Modernismo en el Vallès Occidental en casa, en Rubí. Esta farmacia es la primera de la ciudad y se encuentra en la calle Xercavins. Inaugurada hacia 1880, la fachada data de los años 1920. Además, hacia 1909, el edificio se reformó, ampliando el portal, que antes era más pequeño y tenía una portada de madera.
Actualmente, exhibe elementos decorativos característicos del modernismo. Con tres plantas, destaca el establecimiento de la farmacia, anunciada en una gran pintura con una tipografía modernista junto al edificio. El exterior de la farmacia es notable por su alicatado de cerámica vidriada de color amarillo, con una cenefa decorativa del mismo material a la altura del dintel de la puerta, un detalle que llama la atención. El acceso a la tienda se realiza a través de una puerta adintelada, flanqueada por dos pilastras y una columna central, todas ellas en mármol blanco con vetas grises. El interior conserva la carpintería del despacho, pintada de blanco.
Escuelas Ribas
La siguiente parada en Rubí son las Escuelas Ribas, en la calle Lluís Ribas. Aunque mezcla elementos del modernismo y del novecentismo, es un conjunto arquitectónico de bastante magnitud, cuya concepción está inspirada en las escuelas inglesas de la época. Se trata de una obra filantrópica de los hermanos Ribas, quienes eran fabricantes de terciopelo y propietarios de una fábrica en la ciudad y no muy populares entre los obreros. Sin embargo, el último de los hermanos, Lluís, falleció en 1908, dejando un legado para la construcción de la escuela, con la condición de que fuera gratuita para todos los hijos de los trabajadores. Se inauguró en 1916.
El conjunto se compone de diversas naves, dos centrales y dos laterales, dispuestas simétricamente en torno a un amplio patio central que funciona como eje principal. Las salas laterales, destinadas a niños y niñas respectivamente, mantienen una sola planta con grandes ventanales y cubiertas a dos aguas de teja vidriada bicolor.
La estética del edificio se caracteriza por una rigurosa composición con elementos de gusto clásico, tales como relieves florales, florones, frontones y tímpanos esculpidos, coexistiendo con elementos más innovadores, como el hierro forjado presente en las rejas del jardín, barandillas y cubiertas, así como la cerámica de azulejos verdes y botones cerámicos. También destacan las vidrieras de colores, que constituyen un conjunto decorativo de gran importancia para la ciudad de Rubí.
Terrassa
Terrassa, a pocos minutos de Rubí, alberga varios edificios icónicos que representan esta corriente artística única. Uno de ellos es la Masia Freixa, un edificio que originalmente funcionaba como una fábrica, pero que fue transformado en una residencia familiar por el arquitecto Lluís Muncunill bajo la dirección de Josep Freixa. En 2017, se llevó a cabo una rehabilitación de la cubierta, devolviendo al edificio su aspecto original del siglo XIX.
Otra joya del modernismo en Terrassa es la Casa Alegre de Sagrera, construida a principios del siglo XIX. Sin embargo, fue en 1911 cuando se realizó una importante reforma que la convirtió en un modelo de vivienda burguesa industrial en el estilo modernista de la época. Desde 1973, la casa alberga una sección del Museo de Terrassa, desempeñando una función museística y mostrando la riqueza del patrimonio arquitectónico de la ciudad.
El Mercado de la Independència, inaugurado en 1908, es otro edificio destacado del modernismo en Terrassa. Diseñado por los arquitectos municipales Antoni Pascual y Melcior Vinyals, se caracteriza por su innovadora estructura de hierro, la más grande de la ciudad en ese momento. El hierro no solo cumplía una función estructural, sino que también se utilizaba como elemento decorativo, agregando un toque distintivo al mercado.
El Vapor Aymerich, Amat i Jover, una fábrica modernista proyectada por el arquitecto Lluís Muncunill en 1906, es otro testimonio destacado de la arquitectura industrial modernista en Cataluña. Hoy en día, el edificio alberga la sede central del Museu Nacional de la Ciència i la Tècnica de Catalunya (MNACTEC).
Sabadell
Durante la Revolución Industrial de Cataluña, Sabadell, también a pocos minutos de Rubí, se erigió como una de las principales ciudades industriales. Especializada en la producción textil, especialmente de tejidos de lana, se ganó el reconocimiento a nivel estatal como “la Manchester catalana". El auge económico de la ciudad a finales del siglo XIX y principios del XX sentó las bases para la llegada del modernismo, una corriente artística que dejó una profunda huella en Sabadell.
La burguesía local, ávida de dotar a la ciudad con un esplendor acorde a su creciente prosperidad, encargó la construcción de edificios modernistas a destacados arquitectos de la época. Entre ellos se encuentran nombres como Juli Batllevell, Eduard Mª Balcells, Josep Renom y Jeroni Martorell, cuyas obras se alzan como testigos imperecederos del legado modernista en Sabadell.
Un ejemplo de ello es la Escola Enric Casassas, situada en la calle de Llobet. Construida por Juli Batllevell e inaugurada en 1897. Su fachada, realizada en obra vista, exhibe un meticuloso trabajo que evoca la grandiosidad del Castillo de los Tres Dragones de Domènech i Montaner o el Arco del Triunfo de Vilaseca. La pared se adorna de manera singular con la disposición de los ladrillos, que se alternan en posiciones verticales o emergen ligeramente de la superficie. En el chaflán de la construcción destaca un impresionante mural cerámico con el escudo de Sabadell, una obra magistral hecha por el ceramista Marià Burguès.
Por último, la Torre del Agua, una imponente estructura depósito de forma octogonal y con una altura de 50 metros, es el icono modernista de Sabadell. Fue construida en 1922 para abastecer de agua a la ciudad y su función principal era elevar el agua extraída de los pozos del río Ripoll y distribuirla por toda la ciudad mediante el sistema de gravedad. Esta magnífica torre fue una de las primeras en utilizar hormigón armado en Sabadell. Aunque dejó de funcionar en 1967, sigue siendo una estructura icónica que destaca en el horizonte de la ciudad. Desde lo alto de la torre, se puede disfrutar de una vista panorámica única de Sabadell y del entorno del río Ripoll, brindando una perspectiva especial de su paisaje.
¡Ven a hacer una ruta del Modernismo en el Vallès Occidental!
Estos son solo algunos de los lugares destacados para disfrutar del modernismo en el Vallès Occidental. Sin embargo, existen otros muchos edificios y municipios que podrías visitar. ¿Y qué mejor punto de partida que nuestro Hotel Sant Pere II? Nuestra bonita ciudad incluye magníficos ejemplos de este movimiento artístico y, además, está bien conectada con otras localidades clave del modernismo en el Vallès Occidental. ¡Reserva ya y ven a disfrutar de un viaje en el tiempo y descubre la grandeza del modernismo en el Vallès Occidental!